Los Andes y la Amazonía, además de Quito, la capital política y cultural del país, serán los escenarios de la edición Tahina-Can Bancaja 2009 que se desarrollará en latitud cero.
Santiago Tejedor, coordinador general de la Expedición, ha presentado esta mañana en la Universitat Autònoma de Barcelona el itinerario que seguirán los 60 expedicionarios.
El viaje comenzará en Quito, donde los participantes entrarán en contacto con estudiantes de la Universidad de San Francisco. Desde allí partirán hacia el norte hasta Otavalo, localidad que destaca por su artesanía, especializada en textil. El viaje proseguirá hacia el sur, subiendo al Cotopaxi, el volcán activo más alto del mundo con 5.897 metros. Desde Riobamba a Baños, el trayecto se realizará en el llamado "Tren de la Nariz del Diablo", considerado uno de los más altos y peligrosos del mundo. Y del tren a la canoa, los expedicionarios llegarán a la selva amazónica, donde les aguardan dos días de intercambio con las tribus indígenas quechua y huaorani, ente las muchas que pueblan el país del medio del mundo.
Entre las diversas actividades que se han preparado, destaca una cena totalmente a oscuras, donde se podrán degustar los alimentos sin el condicionamiento de la imagen; además, los participantes podrán practicar el tiro con cerbatana, la construcción de balsas o la búsqueda de oro, siempre con la cooperación, el aprendizaje y el intercambio como valores básicos de la Expedición. De este modo, los estudiantes españoles podrán compartir experiencias con jóvenes universitarios de Ecuador, así como participar en numerosos debates y visitas a proyectos de cooperación entre ambos países.
Tejedor ha destacado la importancia del encuentro cultural entre los expedicionarios y las numerosas etnias de Ecuador, tanto en las ciudades como en las comunidades indígenas. El objetivo de la charla fue doble: por un lado, dotar a los participantes de posibles ideas para desarrollar sus trabajos periodísticos; por otro, preparar el viaje en cuanto a temas de seguridad y organización. Un viaje en el que primará la diversidad, y que ya ha conseguido ilusionar a todos los integrantes de la sexta edición de Tahina-Can Bancaja.