Día 3. La expedición ha despertado a bordo del Princess Sarah en la ciudad de Aswan. Para arrancar el día, los tahinos han embarcado en una faluca, una embarcación de vela típica en la región con la que han cruzado hasta la parte oeste de la ciudad.
La primera parada de la mañana ha sido la necrópolis de Qubbet-el-Hawa, donde entre tumbas y jeroglíficos han descubierto el Hipogeo de Herkhuf, considerado como uno de los pioneros en las crónicas de viajes. Aunque con poco viento y al ritmo de un canto tradicional nubio, los tahinos han navegado de vuelta en la faluca para trasladarse hasta el próximno destino, la el templo de Filae.
Entre islas de granito rojo, el grupo ha llegado hasta esta construcción, la cual estaba inusualmente vacía de turistas por lo que los tahinos han aprovechado para sacar sus mejores fotos, visitar cada rincón con tranquilidad y conocer un poco más sobre las épocas faraónicas más recientes.
Después de una mañana de visitas bajo un cielo radiante y temperaturas de hasta 43 grados la expedición ha regresado al barco para comer. Mientras, el buque iniciaba su recorrido hasta el templo de Kom Ombo, donde los tahinos han hecho la última parada del día. Allí, bajo las explicaciones del guía local han conocido más sobre el dios Sobek y han visitado el Museo de los Cocodrilos.
La tarde ha acabado con una cena a bordo, amenizada por la tripulación del barco y seguida de una fiesta egipcia en el salón principal. Los expedicionarios han cogido fuerzas para el cuarto día de la expedición que les llevará a conocer los templos de Luxor y Karnaq mientras siguen recorriendo el Nilo a bordo del crucero.
Elena Riego