Noticias 2012, Marruecos

De concierto en el desierto

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La cultura musical africana es una mezcla de notas procedentes de la tradición de sus diferentes países. Sudán es uno de los que más ha trascendido en sus vecinos, en especial en el territorio marroquí. En su visita al poblado de Khamlia, la expedición ha disfrutado de una actuación muy especial.

Un grupo de siete bailarines interpretó una danza de movimientos tribales al son de la música que ellos mismos tocaban, el grupo Pigeons du Sable (4 hombres y 3 mujeres). Las mujeres avanzaban juntas hasta los hombres cogidas de la mano y hacían los coros, mientras ellos marcaban el paso. Ellos tocaban dos tambores hechos con piel de camello y unas castañuelas metálicas que nada tienen que ver con las españolas. Tal y como nos explicó un músico, el velo bordado negro que llevan las mujeres y que les cubre completamente el rostro es para evitar el calor. Por el contrario, los hombres visten túnicas blancas.

La música es un elemento cultural de gran trascendencia para Marruecos. Tal y como Paul Bowles dijo, "es el elemento más importante de su cultura". La música sudanesa ha traspasado fronteras entre los diferentes países de África. Aunque la vertiente sudanesa contiene varios elementos significativos del país, también difiere de otros estilos autóctonos en ciertos detalles. Se caracteriza por ser una música alegre y sencilla, muy emparentada con la tradición bereber.  Uno de los instrumentos más representativos que ha aportado al conjunto musical de Marruecos es una especie de bajo de 3 cuerdas fabricado en madera y piel. Finalmente, cabe destacar que la música marroquí se remonta a tres orígenes: el bereber, el beduino y el árabe.